Uno de los recursos más valiosos que tenemos para conectar con los niños y que nos abran su corazón, es el poder de los cuentos.
Los cuentos ayudan al niño crecer y a canalizar sus emociones, nos permiten transmitir valores por medio de las historias y los personajes, y son una excelente herramienta para desarrollar la inteligencia emocional de nuestros pequeños.
Compartir tiempo con sus padres y sentirse queridos es algo que no tiene precio para los niños, por lo que os animamos a que aprovechéis estos días en casa, para reforzar vuestro vínculo familiar y convirtáis ese “momento mágico” del cuento en parte de vuestra rutina.
¿CÓMO CONTAR UN CUENTO A LOS NIÑOS?
Cuando vayáis a contar un cuento a vuestros niños, hay ciertos aspectos que debéis tener en cuenta, si queréis crear esa atmósfera mágica que envuelve el maravilloso arte de contar historias.
PREPARAR EL TERRENO:
Acondicionad una zona de la casa con unos cuantos cojines en el suelo donde podáis sentaros juntos y compartir ese momento.
ELEGIR EL MOMENTO ADECUADO:
Os recomendamos que lo hagáis al final del día, cuando ya hayan cenado, se hayan lavado los dientes, se hayan duchado y puesto el pijama. Una vez que haya terminado esta rutina, y llegue el silencio y la calma, ellos sabrán que llega la hora de contar el cuento e irse a dormir.
CONTARLO TODOS LOS DÍAS:
Esto hará que lo estén esperando y estén preparados para ese momento, por lo que os resultará más fácil organizar el tiempo y sus rutinas a través del cuento.
ABORDARLO CON UNA BUENA ACTITUD:
Vuestra actitud es muy importante a la hora de abordar el momento del cuento: pensad que debe ser un tiempo de calma y relajación compartido entre padres y e hijos.
ESTABLECER UNA VÍA DE COMUNICACIÓN Y COMPLICIDAD
Os permitirá establecer un ambiente de afecto y complicidad en el que vuestro hijo sentirá seguridad y confianza para comunicarse con vosotros.
DESARROLLAR VUESTRA CREATIVIDAD
Podéis jugar a inventar otras historias, intercambiar los papeles de los personajes, etc., contribuyendo a desarrollar su imaginación y creatividad, y al mismo tiempo su capacidad expresiva y comunicativa.
FOMENTAR LA EMPATÍA Y LA SENSIBILIDAD
Utilizad los cuentos para reflexionar y profundizar en aquellas situaciones de conflicto que surjan a lo largo de la trama, de manera que ellos encuentren posibles soluciones para ayudar a los personajes a afrontarlas. De esto modo, desarrollaréis su empatía y sensibilidad.
METERSE DE LLENO EN EL PAPEL DEL NARRADOR
Disfrutad juntos de este tiempo compartido, dramatizando, modulando la voz (poned voz de misterio, de miedo, de tristeza, etc.), gesticulando o cambiando de entonación. Esto os hará reír, perder la vergüenza, os ayudará a mejorar la relación con vuestros hijos, y al mismo tiempo haréis que se mantengan atentos y concentrados.
En definitiva, cada ratito que dediquéis a leer cuentos, será un tiempo invertido en educar con ternura y amor.
CUENTOS PARA TRABAJAR LAS EMOCIONES EN CASA
«Cuentos para sentir: educar las emociones» de Begoña Ibarrola. Es una recopilación de cuentos para que el niño pueda desarrollar su pensamiento emocional. Los cuentos están clasificados por sentimientos (amor, ansiedad, ilusión, rechazo…) y están narrados de forma sencilla para que los padres o maestros puedan transmitirlos fácilmente a los niños.
«El monstruo de colores» de Anna Llenas. Este cuento acerca a los niños al mundo de las emociones, a través de un monstruo que, con la ayuda de una niña, empezará a poner en orden sus emociones y a clasificarlas. En él encontrarán una descripción de cada una de ellas, identificándolas con un color diferente
«Yo mataré monstruos por ti» De Santi Balmes. Es un cuento para afrontar el miedo a la noche, a los monstruos, pero también el miedo a lo desconocido.
«Vaya rabieta» de Mireille d’Allancé. Con este cuento podréis trabajar las rabietas y la tolerancia a la frustración.
«Alegría ¿Cómo te sientes?» de Jane Bingham. Con este libro, los niños descubrirán que la alegría es contagiosa, comprenderán mejor sus sentimientos, y sabrán cómo comportarse en cada momento a través de historias sencillas con las que se identificarán fácilmente.
«Tristeza, manual de usuario» de Eva Eland. Se trata de un álbum de estilo minimalista que nos invita a dialogar con los más pequeños sobre cómo gestionar la tristeza.
Belén Sánchez
[srs_total_visitors]